Hablando esta mañana en la plaza con un amigo de los que me gusta sentarme a hablar de lo que a ambos nos atrae, seguimos haciendo un poco de reflexión de esta última Semana Santa.
En esta charla, los dos llegamos a la conclusión de que la mayoría de las Hermandades no han fijado una personalidad fija a lo largo de sus años de existencia.
La Asociación de "la Burrita", con una Junta que viene de muchos años atrás realizando una fantástica labor y dedicada expresamente para los niños. De hecho, pienso que es la Corporación que mejor ha hecho las cosas este año, pero que ha visto este año en su cortejo menos niños que de costumbre, posiblemente por el mal tiempo que que se predecía para esos días.
La Hermandad del Nazareno, que sin duda es la que más ha crecido en estos últimos años, con una Junta nueva y muy distinta a la anterior. Aunque este año no han podido salir a mostrar sus imágenes que tan veneradas son por la gente de nuestro pueblo.
Las Angustias, que ha cambiado tantas veces de estilo desde su fundación en el 1953. Con un Misterio, luego con dos, más tarde con uno de nuevo y para terminar con dos. Un año en silencio, para más tarde salir con una Agrupación...
La Hermandad del Santo Entierro decidió meter un Trono para su Misterio a principios de los 90 y ahora está formando una Banda de Cornetas y Tambores buscando así su sello particular.
Estas dos últimas se atrevieron a salir a pesar de los malos pronósticos que no las dejaron lucirse, pero que gracias a Dios no les afectó en ningún momento, ya que se recogieron a la mínima gota.
También hemos coincidido en que a nuestra Semana Mayor le falta dos Hermandades de corte totalmente opuesto.
Por un lado, hace falta una Hermandad de corte Silencioso, como aquellas Angustias que saliera a la calle en 1988 totalmente en silencio y un cortejo muy recojido. Esto es una cosa que en nuestra localidad no estamos acostumbrados a ver, pero que en una buena Semana Santa no puede faltar.
También es una pena que no haya un Crucificado que ande de frente y "racheao" con música de cámara.
Sin duda, Villamartín ha crecido mucho, y tiene zonas totalmente sin Evangelizar, ya que las Iglesias están en el centro del pueblo.
Una Hermandad de barrio, con una Capilla improvisada, sería una buena forma de Evangelizar el pueblo. Y además, si el barrio se uniera a su Hermandad y se volcara con ella, cosa que pasa en la mayoría de estas Hermandades, atraería a muchos jóvenes para darles así una alternativa de ocio.
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